¿puedo cuestionar? (palabras de un Peregrino)


Tu post se me hizo totalmente relevante y si bien lo avalo totalmente me tomaré tu autorización, sin darla directamente xD, a modificarla sin quitar la esencia. Partiré de tu primera cuestión:


¿Es lícito cuestionar lo que otros nos han enseñado hasta ahora acerca de Dios?
Este tema está especialmente enfocado hacia las personas que pertenecen de un modo u otro a alguna religión, congregación o grupo denominado de creyentes en Jesús, que se congregan con más o menos frecuencia en algún lugar donde se predica acerca de Jesús y la Biblia, la cual dicen tener como patrón a seguir para sus convicciones de fe, por lo que acepta que en ella está la clave para vivir el cristianismo. Muchas personas predican acerca de la Biblia, en todas estas llamadas religiones y denominaciones, pero hemos de ser prudentes a la hora de tomar todos los consejos que recibimos. Hay un texto en el que el apóstol Pablo dice: "Examinadlo todo y retened lo bueno" (1Tes. 5:21, Versión Reina-Valera) Otra traducción de la Bibla, la Nueva Versión Internacional, dice: "Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno."

Bien, en este punto cabe aclarar que en un próximo tema si Dios lo permite, nuestro peregrino abordara acerca de la revelación de las Escrituras a través de la obra de Dios, del Espíritu Santo, que es el único capaz de hacer sabio al sencillo (literalmente: al tonto) según el Salmo 19:7. Pero ahora es el momento de responder a unas cuestiones que traen de cabeza a cualquier tipo de iglesia (evangélica, católica, protestante, ortodoxa) aunque ciertamente, a unas les preocupa este tema más que a otras:

¿Todo lo que se predica desde un altar o púlpito procede de Dios, lo inspira Él? ¿Todo cuanto se enseña en las iglesias es infalible y confiable? ¿Debo someterme a las autoridades que nos presiden sin cuestionarlas ni sopesar las cosas? ¿Y si en algún momento esas enseñanzas contravienen las cosas que la propia Biblia enseña, qué hago? ¿Tengo derecho a investigar las palabras de un predicador en supuesta autoridad para ver si hay engaño o error en ellas? ¿Dudar acerca de la veracidad de lo que nos enseñan, es pecado? ¿Incurro en murmuración u otra falta si expreso mi opinión contraria a algo que me enseñan?

Es seguro que el simple acto de hacer estas preguntas, puede constituir por sí mismo un pecado, una seria trasgresión, e incluso una blasfemia, pero creo que es el momento de dejar de hacer conjeturas y leer lo que la misma Biblia dice acerca de esto. Veamos por ejemplo este texto que encontramos en el libro de Hechos 17:11: “Y éstos (los discípulos de Berea) eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”¿Quién estaba predicando en Berea? ¿Unos desconocidos sin autoridad? No, al contrario, eran personajes cristianos muy conocidos: Pablo y Silas.¿Y estos recriminaron a los de Berea por no creer las palabras que les predicaban? ¿Presumieron los discípulos de Jesús de su “autoridad” para alardear de ella y quitarles las ganas de “cuestionar” sus enseñanzas a los de Berea? ¡No, al contrario! Los elogiaron.

¿Qué? ¿Los propios apóstoles elogiaron a aquellos que los cuestionaban? Así es; entonces quizás grites asombrado: ¡Si no les “creyeron sin rechistar” (que es lo que se supone que hay que hacer)! ¡Si en lugar de creer sus palabras ciegamente, iban a las Escrituras para ver si eran verdad! ¿Acaso no era una forma de pensar que Pablo y Silas podrían ser unos mentirosos? Pues lo cierto es que el escritor de Hechos elogia a los de Berea por actuar así... Quizás eso sacuda tu religiosidad, pero la Biblia es muy clara al respecto.

Tengamos en cuenta que no cuestionaron a Pablo y Silas con ánimo de crítica (que sí habría sido algo digno de condenar en ellos) sino en base a que quisieron ver si lo que ellos les contaban, de veras tenía base creíble en las Escrituras Sagradas que conocían, aquellas que estaban a su alcance...Si conoces algo la Biblia, según el Evangelio de Juan, capítulo 1, Jesús es el Verbo, que significa también la Palabra misma. Los apóstoles dijeron de estos “cuestionadores de la autoridad” que eran más nobles que los que se lo creían todo sin pensarlo, porque habían llegado a la revelación de que ningún hombre tiene más autoridad que Dios, que ningún maestro bíblico tiene más autoridad que la misma Biblia, que el que quiere conocer la verdad, tiene que acudir al origen de la misma. Dice el Evangelio de Juan, capítulo 14, verso 6, que "Jesús es el camino, la verdad, y la vida." Si quieres conocerle de veras, debes "estudiarle a cara descubierta”, con sinceridad de corazón, no creyendo que lo sabes todo, ni pensando que todo lo que te han dicho es verdad… porque pudiera no serlo.


¿Sabes por qué en la iglesia primitiva pudieron entrar falsos maestros con doctrinas perjudiciales?

¿Y por qué hoy día siguen entrando falsos maestros, (los puedes encontrar en los bancos, pero también podría haber alguno en los púlpitos)? El mundo entero muestra con desparpajo esta verdad, con gente que enseña en el supuesto nombre de Dios, cosas que Dios nunca dijo…

Pues la razón de que entren esas doctrinas erróneas es porque ellas encontraron congregaciones crédulas, no creyentes. Un creyente sabe en qué cree, pone su confianza en la Biblia, que le muestra como es Jesús y todo cuanto necesita saber para su salvación. Pero una persona crédula, es aquella que se cree TODO lo que le digan, es decir, que traga juntamente lo bueno y lo malo, sin distinguirlo, y luego… vive envenenada sin saberlo; el crédulo puede llegar a creer que Dios dice cosas que nunca pensó ni enseñó en realidad, porque ha creído antes lo que algunos hombres con mala intención (o quizás personas confundidas) le enseñaron algún día… Y PUSO SU CONFIANZA EN ESAS PALABRAS, SIN BUSCAR SI LAS ESCRITURAS los respaldaban en sus enseñanzas. Debieran haber aprendido de los discípulos de Berea, y haber escudriñado las Escrituras con detenimiento y honestidad.


Una consecuencia de ser ciegamente crédulo (recuerda que no es lo mismo que ser fielmente creyente en la base bíblica veraz), es ver hoy día a muchos cristianos "enfadados" con Dios porque piensan que Él los ha defraudado o no ha cumplido alguna promesa... Y no se dan cuenta que fueron hombres los que prometieron de parte de Dios sin que Él les dijera nada acerca de hacer tal cosa... ¡Si quieres explicaciones, pídeselas a los que te lo prometieron, no a Dios...! Quizás encuentres muchos errores sin fundamento en aquellas palabras humanas vertidas por "sabios pensadores"... Y por sus frutos los conoceréis.


¿Por qué crees que Jesús previno a sus discípulos de la “levadura” de los fariseos? (Mateo 16:6) Porque sabía que sus palabras mentirosas (aunque religiosas y aparentemente piadosas) se propagaban con facilidad, y la gente las creía, pues venía de los que todos consideraban como “hombres de Dios” o “entendidos en la Palabra”; al fin y al cabo, los que las pronunciaban eran la mismísima “jerarquía de sus iglesias”.


Ten en cuenta que en la época de Jesús no había iglesias, sino sinagogas, y no había pastores, sino escribas, fariseos y saduceos entre otros, cada uno con unos criterios determinados de conducta (igual que hoy día hay diversas denominaciones, cada una con sus propios criterios) Podríamos decir que los fariseos estaban dentro de la iglesia (aunque no todos ellos eran sectarios, pues conocemos casos como los de Nicodemo, José de Arimatea y otros muchos). Los fariseos y escribas tenían puestos de autoridad religiosa, y Jesús (no yo) fue el que advirtió contra ellos, acerca de su levadura (es decir, sus doctrinas, como se aclara en Mateo 16:12) NO TODO lo que se dice es malo, pero recuerda, “un poco de levadura, leuda toda la masa”.


Dice en la carta a los Gálatas 5:7-9, “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa”


Hay alguien muy famoso que dijo:

“Una mentira, repetida muchas veces y por mucho tiempo, se transforma en una verdad” ¿Sabes quién? Adolfo Hitler. ¡Vaya ejemplo!


La pena es que hoy día en las iglesias en las que se debería enseñar la plena verdad (y no solo una parte), se enseña alguno que otro eslogan pegadizo, o diversos lemas que se repiten reunión tras reunión, hasta que se admiten como verdad. Quizás sean verdad... O quizás no.


Esto no es una opinión personal o sólo de nuestro Peregrino, son palabras que se repiten a lo largo y ancho de la Biblia, así que el que quiera oír, que oiga ¿O acaso crees que hoy día ya no estamos en peligro de falsos maestros? Las Escrituras declaran que sí, que justo en los últimos tiempos, los que estamos viviendo ahora, esta amenaza se dará más incluso que antes. Hablando Jesús acerca de los últimos tiempos, dice: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos” (Mateo 24:11) Y mi pregunta es ¿Crees que esos mentirosos se pondrán un cartel de advertencia con la cita "Soy un falso profeta", colgado del cuello? Es más, ¿Crees que estarán escondidos en una serie televisiva o en las esquelas de un periódico? ¿A quién engañaría? A nadie: La mejor mentira es la que está llena de verdad, y se predica donde la gente cree estar segura de no recibir "mala información" ¿Dónde piensas que puede ser eso? ¡Acertaste! En los templos...


Hubo una época en la que la gente no tuvo una Biblia en sus manos para cuestionar si lo que la “religión organizada” les enseñaba era veraz. Pero se levantó gente como Lutero y muchos otros, que pudieron beber del mismo manantial de la verdad, de la Palabra de Dios, y comenzaron una reforma que permitió que hoy día, casi cualquier persona pueda tener una ejemplar de la Biblia en sus manos. No seamos pues necios, porque nuestros antecesores sufrieron una impuesta ignorancia, pero nosotros no tenemos excusa para no estudiar honradamente las Escrituras.


Cuando Cristo regrese, buscará a una sola iglesia, que no tenga arruga, que esté bien vestida, que ande en santidad y no en doctrinas falsas, ni en enemistades, ni en luchas de poder, ni en contiendas, ni en pecado, ni en mediocridad, ni en tibieza... La voz de Juan el bautista sigue clamando en el desierto: ¡Arrepentíos!

"Pero (Juan) al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban a donde él estaba bautizando, les advirtió: ¡Camada de víboras! ¿Quién les dijo que podrán escapar del castigo que se acerca? Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento." (Mateo 3:7-8)


Concluyendo por ahora, la autoridad de Jesús, la autoridad de la Palabra, está por encima de la opinión de cualquier hombre. Tu opinión no cuenta, la mía tampoco; la que cuenta es la de Dios, y la única manera de conocerla es conociendo a Jesús mismo (la Palabra Viva), y conociendo la Biblia (la Palabra Inspirada) que son la carne de Jesús que hoy podemos comer. Dale a Dios la oportunidad de mostrarte como es de verdad, y quizás descubras que no es como algunos hombres “eminentes” te hicieron creer...


Pidamos al Espíritu Santo REVELACIÓN para discernir la verdad que nos hará VERDADERAMENTE LIBRES. Si no estás experimentando este tipo de libertad, quizás hayas aprendido hoy una posible razón para estar así.

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