Soy hereje

Fácil y concen a la "gentita" que pone este nombre, pero exactamente ¿a quien se le dice HEREJE?
Y ¿Por qué? Pues…

Le llaman hereje por querer alcanzar algo mejor.
Le llaman hereje por no conformarse con lo mismo que “su grupo”
Le llaman hereje por investigar algo distinto, que puede ser bueno… O quizás no.
Le llaman hereje porque no opina igual que la mayoría.
Le llaman hereje por sentirse libre para actuar como cree que debe hacerlo.
Le llaman hereje por no ser un preso oprimido por las normas institucionales.
Le llaman hereje por pensar, por no agachar asustado su cabeza.
Le llaman hereje por soñar que quizás haya una vida mejor fuera de “las cuatros paredes” de la jaula…

¿Y sabes lo peor? Que los mismos “compañeros” que le llaman “hereje”, son presa de sus propios prejuicios, de costumbres adquiridas y repetidas irracionalmente. De modo que mejor se etiqueta al tipo que lo intente de “hereje” (cual insulto semejante a una condenación eterna y segura), y así nadie más querrá seguir los pasos del osado/a.

El tema es que si hablamos de religiones, cristianismo y varios, es paradójico que (sin querer entrar en discusión entre grupos denominacionales) los católicos llaman herejes a los protestantes, los evangélicos hacen lo propio con los católicos, dentro de cada uno de estos grupos hay subgrupos o sectas (perdón, no quise poner denominaciones) que igualmente afirman que los demás son los herejes… Y en todo este revuelo, multitudes de personas mueren sin saber que hay un Cristo maravilloso, y que es el Camino para alcanzar la vida plena, y la eterna, porque Él mismo es la Vida.


Bien para todo esto creo que es necesario que aclare la palabra “hereje”. He tenido muchas discrepancias con el Diccionario la Real Academia Española. Así que mejor partiremos de la raíz, o crees que sólo es el que rechaza a Dios… un desviado doctrinal, una mala persona… un maldito que…No, no, ningún maldito. “Hereje" viene del verbo griego “airesis” y significa “el que opina distinto”, el que tiene ideas propias. Aquel o aquella que piensan libremente. Lo contrario de la herejía es el dogma.
El dogmático obedece.

El hereje pregunta.

El dogmático cree las cosas que otros le dijeron.

El hereje decide, piensa por su propia cabeza.

De modo que cuando empleamos la palabra “hereje” como sinónimo de algo malo o de desvío doctrinal, en realidad NO estamos tomando el sentido original de la palabra, sino el que le dio la historia de la iglesia “católica”. Pero para no mandarme alargarla posteandolo aquí, podemos llegar hasta el año 1656 donde se dicta la bula “Gratia Divina” que da por definir la herejía como: “Enseñanza, creencia o defensa de dogmas, propuestas u opiniones en contra de las enseñanzas de la Santa Biblia, los Santos Evangelios, la Tradición o el Magisterio”. Así hay muchos textos que corroboran este deterioro del término “hereje”.

Bajo esta torcida visión, pretendían explicar por qué algunos personajes, fueron considerados herejes por motivos doctrinales (Lutero, Erasmo, Pedro Valdo, Calvino, Valentino y Pelagio…) La lista sería interminable. Pero sorprende aún más como convivió con la historia del “cristianismo” la que podríamos denominar “herejía científica” que en lugar de considerar la ventaja de tener mentes privilegiadas que traerían avances tremendos al mundo, prefirieron usar nuevamente la palabra “hereje” en tono despectivo y acusador, con personajes como:
- Hypatia de Alejandría, una adelantada filósofa y tener una mente preclara para la aritmética…Y bueno, mujer. Poco después de su muerte, uno de los lugares donde se la había podido ver a menudo, fue quemado por otros “cristianos”; hablamos de la famosa “Biblioteca de Alejandría”.
- Copérnico murió después de publicar un libro que establecía que la Tierra no era el centro inmóvil del Universo… Ya conoces la historia.
- Galileo Galilei tuvo que retractarse por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol, para no morir de manos de la Inquisición…

- ¿Qué decir de Jesucristo? ¿Acaso no fue un hereje para los supuestos “entendidos religiosos” de su época?

Claro que todos ellos fueron “herejes”, pero no en el sentido despectivo con que los catalogaron, sino con el del origen real de la palabra, el de personas que DECIDIERON ser distintas, formar parte de algo diferente, sobresalir en sus respectivas épocas por buscar (cada cual a su modo) la verdad, o un mayor entendimiento del mundo que les rodeaba.

Un peregrino dijo: “Los que hoy dicen “hereje” bien podrían plantearse cambiar el término por: Falsos maestros, falsos profetas, engañadores, mentirosos, manipuladores, tergiversadores de la verdad, lobos vestidos de oveja, contenciosos y en algunos casos incluso blasfemos…”

Y bueno ni el ni yo creemos que el uso de esta palabra vaya a cambiar, pero es bueno saber cual es s significado inicial, el real. ¿Nos llamaremos herejes con orgullo? Depende de lo que uno haga por ganarlo. Pero dudo que si alguien te llame así lo haga de la manera más bonita.

¡esto no sirve!



Entre tanto que me pongo a buscar una respuesta, me topo con un antiguo relato de mi abuela.(Fácil y ya lo conocen) :

Había una vez cuatro individuos, TODO EL MUNDO, ALGUIEN, NADIE y CUALQUIERA.
Había un trabajo importante para hacer, TODO EL MUNDO tenía que hacerlo, pero no se preocupaba porque estaba seguro de que ALGUIEN lo haría.
En realidad CUALQUIERA podía haberlo hecho pero finalmente NADIE lo hizo.
Cuando NADIE lo hizo, ALGUIEN se puso nervioso porque TODO EL MUNDO tenía el deber de hacerlo.
Al final de cuentas, TODO EL MUNDO le echó la culpa a ALGUIEN cuando NADIE hizo lo que CUALQUIERA podría haber hecho.

-o-


¡Cuántas veces en la vida, tenemos la oportunidad de cambiar algo para finalmente cambiar el rumbo de nuestras vidas y aún así… continuamos en la senda de la queja!
Muchas veces sabemos que hay algo que no funciona bien, sabemos de los amargos momentos que tenemos que pasar por continuar con situaciones que nos desgastan, nos deprimen y nos consumen, sin embargo continuamos bajo la ilusión de que todo puede cambiar. Pasan los días, pasan los meses, pasan los años, oh sorpresa nada cambió. Para esto ya nos encontramos con menos fuerza, con menos ganas de hacer los cambios que podríamos haber hecho en otro momento cuando las cosas podrían haberse cortado por lo más sano. Es ingenuidad que aun mantengamos esta mentalidad. Los cambios se dan cuando uno decide realizarlos. Y créanme lo pesado que es realizar este paso, pero si uno no lo hace Dios no se va atrever hacer algo por asomo que ni uno mismo se empeña.
¿Qué esperas para decirle “basta” a ese hombre o a esa mujer que no te quiere?
¿Qué esperas para decidirte a encontrar una nueva tarea y dejar aquella que no te rinde?
¿Qué esperas para empezar a ser felíz después de tanto desengaño?
¿Que alguien haga lo que cualquiera podría haber hecho?
Y si ese “alguien” ¿pudieras ser tú?
¿Por qué no empezar a darte el valor que te mereces?
Si algo no te sirve, DESECHALO

Mujer feliz

Yo creo en alguien que nunca he visto pero ese es mi paso de fe!

Y desde ahí es que partió un chico cuando me dijo:

- ¿Qué pasaría si después que has dedicado tu vida de haber enseñado sobre Dios, te mueres y no hay Dios?

Y aprendí en el momento de mi respuesta, le dije:

- Yo enseño de Dios porque lo amo, yo hablo de Dios porque lo conosco. Yo no podría vivir sin Dios, es mi religión, es mi respiración, es mi intimidad, es mi pensamiento, es mi adoración, es mi alabanza, es mi vida, es mi camino, es mi victoria, es mi progreso, es TODO, yo vivo por Él.

Él me queda mirando y dice:

- ¿Qué tal si no existe Dios?

Sencillo, como yo como para Dios, quiero comer mejor, como yo amo a mi Dios yo quiero ser una excelente estudiante, como amo a mi Dios yo quiero ser una buena novia, como amo a Dios no quiero simplemente resivir, estar en este mundo y que el mundo me dé, que carro ando, que casa tengo... Y me muero y la gente se pelee por lo que tengo. Habiendo hecho nada por el mundo, mi deleite es dar. Y le digo; y si me muero y no hay Dios, me la disfrute toda! Disfrute siendo buena novia, disfrute siendo buena hija, disfrute siendo una mujer que da y cuando me muero no me llevo, lo di TODO.

Pero, dejenme preguntar ahora ¿Qué pasa si viviste tu vida entorno de ti (porque tú eres tu dios), quién manda en ti?¿ Quién te dice a ti, que tienes que amar a tu esposa y tener intimidad con ella y no sólo sexo?¿Quién te dice? Le vas a creer a las películas de Holywood, le vas a creer a la cultura, ¿Quién manda en tu vida? Tú, ¿quién manda en la crianza de tus hijos?,¿lo vas a consultar en la Biblia? No, porque no te interesa, ¿vas a consultar al psicólogo fulano de tal? No, no ves que tú eres más inteligente que él. Así que el que manda en su vida eres tú. Tu dios eres tú. Y ¿Que pasa cuando mueras y descubres que hay Dios?

¿Es confiable la Biblia?



Primero, el pasado de la Biblia. ¡La realidad de este libro es la cosa más extraña! Por un momento trata de imaginarte con el proyecto de editar un libro. Pero, para eso, reunirás los escritos de unas 40 personas que nunca se conocieron, porque vivieron en diferentes épocas y residían en diferentes países. Unos eran profesionales, otros agricultores, unos pastores, otros políticos. Además, no hablaban el mismo idioma; más bien entre todos se manejaba al menos 3 diferentes lenguas. Por supuesto, sus contextos familiares, sociales y económicos eran totalmente distintos. ¿Tienes el cuadro? Entonces, déjame preguntarte algo… ¿de qué se trataría el libro? ¡Vaya! Seguramente tendrías que titularlo “Sancochado de ideas – lea un poco de cada cosa y no aprenda nada”.


La Biblia fue escrita durante un período de aproximadamente 1,600 años pero todos los que participaron escribieron acerca de una misma idea: Dios salva al hombre. Nunca se contradicen, más bien se complementan. ¡No cabe duda de la acción de Dios preparando su mensaje para que tú pudieras conocerlo! Pues nos proveen respuestas consecuentes a las más importantes preguntas que podemos hacer: ¿Por qué estamos aquí? ¿Cómo podemos sobreponernos a nuestros temores? ¿Cómo podemos llevarnos bien con los demás? ¿Cómo podemos sobreponernos a nuestras circunstancias y mantener la esperanza viva? ¿Cómo podemos hacer las paces con nuestro Creador? Las respuestas consecuentes de la Biblia a estas preguntas muestran que las Escrituras no son muchos libros sino uno solo.
Lo sorprendente es que cada uno de los pormenores que los autores bíblicos predijeron se consumó sin ningún error. No obstante, algunos han pensado que un complot masivo podría haber logrado lo mismo, al manipular los eventos. Sin embargo, me parece que por lo menos dos de ellos jamás podrían haber sido modificados por humanos: su nacimiento virginal y su resurrección (¿Tienes alguna duda de esto? Mira a los discípulos muriendo por estas cuestiones ¿Morirían por una mentira?). Aquellos hombres y mujeres en la época de Jesús fueron testigos de la exactitud de la Biblia.

En segundo lugar, es desafiante el presente de la Biblia. Las verdades bíblicas siempre se cumplen en el presente de cada persona. Se cumplieron en la historia, se cumplen en la actualidad. Cada día, miles de personas comprueban la autenticidad de su mensaje. Muchísimos son los jóvenes que han experimentado el poder transformador de la Biblia. Ellos se fían de sus enseñanzas y procuran desarrollarlas en sus vidas. No importa la época, se cumplirá también para generaciones futuras. El contenido de la Biblia siempre es sumamente contemporáneo y efectivo. Son las instrucciones que Dios ha preservado para guiarnos a las mejores decisiones.


En tercer lugar, es importante el futuro de la Biblia. Todo lo que la Biblia dice, sucede. De allí que, todo aquello que no se ha cumplido, se cumplirá en su momento. La Biblia es dolorosamente honesta. Muestra a Jacob, el padre de su «pueblo escogido», como un engañador. Describe a Moisés, el dador de la ley, como un líder inseguro y reticente que en su primer intento de ayudar a su propio pueblo, mató a un hombre y luego huyó al desierto para salvar su vida. Retrata a David, no sólo como el rey, general y líder espiritual más amado de Israel, sino también como uno que tomó la esposa de otro hombre y luego, para cubrir su propio pecado, conspiró para matarlo. En un momento, las Escrituras acusan al pueblo de Dios, la nación de Israel, de ser tan mala que hacía parecer buenas a Sodoma y a Gomorra en comparación con ella (Ezequiel 16:46-52). La Biblia presenta la naturaleza humana como hostil a Dios. Enseña que el camino al cielo es estrecho y el camino al infierno ancho. Las Escrituras claramente no fueron escritas para aquellos que desean respuestas simples ni una visión optimista y fácil en la que los cristianos sólo se inflaran de alegria.
Los no creyentes muchas veces señalan a aquellos que dicen creer en la Biblia sin ser cambiados por ella. Sin embargo, la historia está también marcada por aquellos que han mejorado por este libro. Los Diez Mandamientos han sido una fuente de dirección moral para innumerables personas. Los salmos de David han ofrecido consuelo en momentos de problemas y pérdidas. El Sermón del Monte de Jesús ha dado a millones un antídoto para el terco orgullo y el legalismo. La descripción de Pablo del amor en 1 Corintios 13 ha tranquilizado corazones airados.
Entonces, ¿podemos confiar en la Biblia? ¡Por supuesto! Se trata del mensaje de Dios mismo para ti y para mí. Pero espero que no limites tu confianza a un mero entendimiento intelectual.